El estrés es una reacción caracterizada por adentrarse los mecanismos de defensa que se perciben de demanda incrementada. Es la manera en la cual el cuerpo reacciona frente a un desafío. El sistema nervioso simpático es la vía a través de la cual se activa la respuesta de huida o lucha. Por otro lado, es el sistema parasimpático es quien se encarga de regresar el cuerpo a condiciones normales puesto le es imposible al organismo mantener esta reacción por un amplio período de tiempo.

¿Cuáles son los síntomas del estrés?

Los síntomas del estrés actúan no solo dentro del área cognitiva, sino que también implica manifestaciones físicas. 

  • A nivel emocional tiende a presentarse irritabilidad, depresión, miedo, confusión, nerviosismo, fluctuaciones anímicas, ansiedad, etc.
  • Los pensamientos que se orientan a la autocrítica excesiva y temor al fracaso se tornan repetitivos y dificultan la toma de decisiones. La generación es instantánea puesto que ésta reacción tiende a evadir los ‘filtros’ adyacentes a una mente tranquila o positiva.
  • Las conductas implican trato brusco a terceros, risa nerviosa, disminución y aumento del apetito, rechinar los dientes a través de apretar las mandíbulas, incremento del consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
  • Los cambios físicos se orientan a manos frías o sudorosas, tensión muscular, indigestión, disfunción sexual, respiración agitada, fatiga, dolores de cabeza, insomnio y perturbaciones en sueños.

El estrés se divide a través de diferentes niveles enmarcados en las áreas donde suele afectar al individuo:

Dentro de los esquemas cognitivos, la persona presenta problemas de concentración e inseguridad. Por pequeños que sus problemas sean, no encuentra solución a los mismos. Normalmente suele creer que han perdido la memoria.

A nivel motor, la persona realiza acciones no comunes. Fumar más de lo normal1, llorar, comer compulsivamente, aparición de tics nerviosos, etc., son algunos de estos. Las personas tienen el deseo de huir con el objetivo de evitar el estrés.

A nivel fisiológico se presenta en síntomas físicos como tensión muscular, dolores de cabeza, enfermedades de la piel, fatiga y alteraciones de sueño.

¿Cómo combatir el estrés?

Escribe un diario. No es preciso que abarrotes las páginas de información sobre tu vida, similar al comportamiento inducido por los adolescentes. Solamente con establecer una frase será suficiente. Escribe lo que percibes de tu entorno, así podrás determinar dónde está tu problema y tomar la iniciativa de desarrollar las estrategias fundamentales para combatirlos. Además de esto, escribir te ayudará a centrarte en asuntos que no están anclados a las situaciones que ocasionan el estrés. Esto último será ideal por factores relacionados a la neurociencia, quien ha explicado que los cambios de los pensamientos inducen cambios internos.

Consume frutos secos, puesto serán quienes te aportan la mayor cantidad de magnesio. Carecer magnesio ocasionará un estado de hipersensibilidad que te hará más proclive al estrés. El magnesio disminuye el ritmo de cortisol que es una hormona que se libera en situaciones estresantes y se vincula a problemas salubres. Es posible que pierdas la masa muscular, tengas alteración del sueño, depresión y mal humor en caso de que tus niveles de cortisol se encuentren en una medida considerable. 

Consume chocolate negro. Este alimento es conocido como ideal para disminución del estrés, sin embargo, es precisamente, el negro, quien se adecua más a la solución de inconvenientes de esta índole.

El ejercicio es adecuado para disminuir el estrés. No es preciso que te dirijas a un gimnasio, ni mucho menos que sea una actividad intensa. Únicamente con 10 minutos de caminata te podrás sentir adecuadamente.

Sumérgete en la búsqueda de un hobby. Es común que cuando tienes diversas obligaciones la única forma de distraerse consiste en optar por momentos que sólo sean parte de ti, donde no debas preocuparte por nada. Lo ideal es que la actividad desempeñada no te cargue de estrés, culpa o vergüenza.

Retomando el ámbito de consumo, opta por té negro o verde, puesto que tiene un aminoácido denominado teína que reduce el estrés y contribuye con el mejoramiento del humor y procesos cognitivos. Cuando sientes que el estrés está acudiendo lo más probable es que decidas tomar una taza de café. Esto es contraproducente debido que se aumentará la producción de adrenalina y los niveles de colesterol. Tendrás cambios de humor, ansiedad y fatiga. El café te restará energías puesto que incrementará el estrés.

Aspectos relevantes sobre el estrés

Debido a la multitud de datos experimentales y clínicos en la actualidad que describen cuadros sobre el estrés, se ha evidenciado que su duración e intensidad, al sobrepasar los límites, ocasionaría alteraciones cerebrales. Las situaciones son variantes, inician en modificaciones reversibles hasta aquellas donde existen muertes neuronales.

Asimismo, el trastorno por estrés postraumático se presenta luego de algún acontecimiento acaecido por circunstancias emocionales, físicas o traumáticas. La persona que ha vivido, presenciado o imaginado que le sucede tiende a desarrollar recuerdos y pensamientos asociados a la experiencia. Este trastorno puede acontecer a cualquier edad. Los infantes son los que más se ven perjudicados.

Por supuesto, el trauma se convierte en postraumático cuando no es tratado. La psiquiatría es la única forma de prevenirlo. La verbalización es uno de los medios para atraer las imágenes traumáticas que han sido reprimidas en el inconsciente.  

La forma de combatir el estrés consiste en ejercer control voluntario sobre la respiración para que pueda ser usada como calmante cuando nos abrume. Practicar juegos de mesa con terceros, planificar las actividades del día, efectuar ejercicios de recreación y físicos, liberar endorfinas a través de la risa, practicar técnicas de relajación y realizar actividades que impliquen contacto con la naturaleza son algunas formas de evitar el estrés.

Lo ideal es intentar con las variaciones hasta poder determinar cuál es el que más nos favorece según las practicas efectuadas en el proceso. No todas las personas reaccionan de igual manera frente a ciertas técnicas puesto que estará evidenciado por la condición psicológica de cada cual dentro de la predisposición mental para hacer frente a ciertas circunstancias. Por supuesto, a través de terapias se puede determinar –a través de la opinión del especialista- el precepto más conveniente.