El lupus consiste en una afección auto-inmunitaria crónica completa. Ésta complica la función de las articulaciones, los pulmones, la piel, el cerebro, los vasos sanguíneos, ocasionando una inflamación generalizada, aparte del daño en los tejidos de los órganos que han sido afectados.

En este artículo trataremos los síntomas y se relatará las vías de cómo tratarlo. Es importante que se consideren cada una de las variantes que expresaremos en las próximas líneas. No solo en su detección sino también en la forma de hacer frente al mismo.

¿Cuáles son los síntomas del Lupus?

Son variados. Algunos se presentan de forma más intermitente que otros. Esto dependerá, exclusivamente, de distintos preceptos, como en caso de la predisposición genética y el nivel de desarrollo del mismo.

Cansancio: Es uno de los principales síntomas que se refleja en el 90% de las personas con lupus, resaltando que son muchos los factores que incitan el cansancio intenso que se asocia con la enfermedad, tales como la evolución, los trastornos de la ansiedad o del sueño, la falta de vitamina D y la inactividad física.

Por tal razón, los expertos no tienen muy en claro, si hay una relación entre la enfermedad y el cansancio o son efectos del tratamiento que se emplean para combatirla. Sin lugar a dudas, se evidencia el cansancio, como un factor que disminuye considerablemente la calidad de vida de la persona, esto implica que tendrá un bajo rendimiento en la capacidad de las funciones tanto en el trabajo como en el hogar.

La Alianza para la investigación de Lupus estableció dos estudios clínicos donde se estudiaba la identificación de los mejores métodos que midieran el cansancio de manera objetiva.

Erupción malar: Este síntoma suele afectar a la mitad de las personas que sufren lupus, puede reflejarse con una alteración en el cambio de la coloración con forma de una mariposa, éstas aparecen especialmente en el puente nasal y las mejillas.

Dicha erupción puede extenderse semanas o meses, es muy dolorosa, las erupciones tienden a aparecer en el rostro, en la parte superior de los brazos, las orejas, las manos, el pecho y los hombros. Así como en otras áreas que sean expuesta a la luz solar, esto se debe a que la persona presenta sensibilidad a dicha luz solar, por lo que las erupciones se desarrollan y empeoran.

Inflamación o dolor en las articulaciones: El 98% de las personas que padecen lupus desarrollan artritis lo que conlleva a la inflamación e hinchazón del revestimiento de las articulaciones.

Los síntomas más frecuentes de la artritis, vienen siendo el dolor articular y la rigidez, tanto en las manos como en las muñecas, estos síntomas aparecen y desa1parecen, así como pasar de una articulación a otra y haciéndose más intensos en las mañanas y en el transcurso del día pueden mejorar.

Fiebre: Las personas que padecen de lupus, por lo general, tienen fiebre alrededor de los 38°c por lo que los médicos recomiendan tomar antinflamatorios. Tal como Ibuprofeno, Paracetamol y Naproxeno.

Existen complicaciones más fuertes que suelen desarrollarse con el lupus. Se agrupan entre las siguientes:

  • Embarazo riesgoso: Normalmente las mujeres que tienen el lupus leve, tienen bebés sin complicaciones y sanos, lo más recomendable es no haber ingerido medicamentos meses antes de quedar embarazada.
  • Enfermedad cardíaca: Cabe resaltar que, los pacientes con lupus tienen inflamación que se pueden observar en el corazón tal como endocarditis y miocarditis o incluso en la membrana que lo rodea causando dolor en el pecho entre otros síntomas
  • Problemas renales; cuando hay inflamación en los riñones los residuos y otras toxinas no pueden ser eliminados del cuerpo, en sí la nefritis no produce dolor, los pacientes pueden observar la orina de color oscuro y tener inflamación alrededor de los ojos, los tobillos, piernas y dedos.
  • Diabetes: Los pacientes que tienen lupus están propensos a la resistencia de la insulina por lo que no pueden controlar la glucosa o el azúcar en la sangre.
  • Los problemas en los pulmones: Cuando el lupus se apodera del cuerpo, se causa pleuritis la cual es una inflamación del revestimiento de la cavidad torácica, la pleuritis ocasiona dolor en el pecho generando dificultad para respirar.
  • Inflamación de la médula espinal: El lupus le da paso a una variedad de trastornos en el cuerpo; uno de ellos es la mielitis transversa, la cual consiste en una inflamación en la médula espinal, el dolor de la mielitis transversal, inicia en la parte inferior de la espalda hasta llegar a los brazos y a las piernas, abdomen y pecho.
  • Inflamación de vasos sanguíneos: El lupus produce inflamación en los órganos y tejidos este trastorno suele afectar la circulación de la sangre por el cuerpo, las personas con lupus poseen un riego muy grande cuando presenta ateroesclerosis lo que se conoce también como endurecimiento de las arterias.
  • El síndrome de anticuerpos anti-fosfolípidos: Es un trastorno auto inmunitario que se vincula con el lupus, en fin, los anticuerpos vienen siendo un tipo de proteínas que protege al cuerpo de las infecciones, sin embargo, el SAF; ataca de manera errónea a los fosfolípidos, el cual es un tipo de grasa que daña las células donde se incluyen las células de la sangre.
  • La disfunción neurológica: El lupus llega afectar el cerebro e incluso al sistema nervioso central en ciertos pacientes con lupus. Los síntomas incluyen dolores de cabeza, depresión, mareos, problemas de vista, alteración de la memoria, convulsiones, cambiado de conductas y accidentes cerebrovasculares.

¿Cómo se puede tratar el lupus?

Estos casos deben siempre ser estudiados por el médico de cabecera. En caso de tener una especialización en torno al tema, proporcionará la información necesaria para llevar a cabo un proceso investigativo que determine la gravedad del asunto.

De no estar especializado en tratar enfermedades de esta índole, podrá remitir al afectado a un profesional competente. Es imprescindible que este precepto sea desarrollado a medida.

Los síntomas del Lupus son demasiado evidentes, por este motivo tiene que ser tratado con extrema cautela, a pesar de que podría, en ciertas ocasiones, derivar a confusiones sobre otros padecimientos.